Por alguna extraña razón, las personas narcisistas y yo tenemos algún tipo de afinidad, ya sea por los gustos intelectuales o cualquier otro campo de la cultura general, en cada etapa de mi vida un narcisista me ha encontrado.
Ya he hablado del egocentrismo en una entrada anterior, digamos que el narcisista es, un tipo de egocentrismo hard-core. Aunque el excentricismo que envuelve la palabra narcisista hace que algunos se auto-proclamen serlos, no hay nada mas tóxico en la vida que eso y la suerte es que no son muchos.
En pleno siglo XXI, la palabra tóxica se ha hecho famosa: gente que te envenena espiritualmente. Tengo opiniones encontradas sobre el término, pero no es el tema de ahora. Sin embargo, si lo tóxico de una persona se mide del 1 al 10, los narcisistas son 100. Lo particular de ellos, es que el envenenamiento es lento e indoloro, solo te das cuenta cuando ya estás destruida.
Esta breve introducción fue porque, recientemente, creo haber terminado con una amistad narcisista. La había dejado atrás en 2018 para siempre, pero a inicios del 2019 había regresado con los recuerdos que hicieron que nuestra amistad iniciara en 2017.
Estas personas son todo unos personajes: peculiares, llamativas, inteligentes, excéntricas, y con una cultura general inmenso. Sus redes de caza son atractivas, llaman la atención de cualquiera. Sin embargo, solo se quedan con quienes le dan lo que quiere: extrema atención y aceptación sin criticas.
Yo admiro a personas con cualidades como esas —quiero decir, con tanta cultura general—, el conocimiento me parece interesante, y descubrir a una persona con gustos afines a los míos me causa empatía y no puedo evitar alabar esas características.
No soy narcisista. La verdad es que me importa demasiado las personas de mi circulo, y no puedo desprenderme de esos lazos. Nunca soy capaz de criticar a los demás, ni a sus espaldas ni en frente. Más bien admiro sus cosas buenas: eres buen@ cocinando, eres muy sociable, eres muy ingenios@, o eres buen@ en el volleybal. Este aspecto mio quizá no sea tan bueno. Nace de mi voluntad de querer que los demás vean su propio potencial. Bueno, resulta esto atractivo para narcisistas y podría explicar porque se siente cómodos conmigo. Yo aún sabiendo que lo son reconozco que son brillantes en algunos campos aunque sean tan malas personas. Además, la empatía me ciega y me hace creer que esas personas solo necesitan cariño y pueden cambiar. Sí necesitan cariño, pero nunca cambian. La forma de alimentarse es pasivo-agresiva y negativa despues de que has caído en la red.
Ya he hablado del egocentrismo en una entrada anterior, digamos que el narcisista es, un tipo de egocentrismo hard-core. Aunque el excentricismo que envuelve la palabra narcisista hace que algunos se auto-proclamen serlos, no hay nada mas tóxico en la vida que eso y la suerte es que no son muchos.
En pleno siglo XXI, la palabra tóxica se ha hecho famosa: gente que te envenena espiritualmente. Tengo opiniones encontradas sobre el término, pero no es el tema de ahora. Sin embargo, si lo tóxico de una persona se mide del 1 al 10, los narcisistas son 100. Lo particular de ellos, es que el envenenamiento es lento e indoloro, solo te das cuenta cuando ya estás destruida.
Esta breve introducción fue porque, recientemente, creo haber terminado con una amistad narcisista. La había dejado atrás en 2018 para siempre, pero a inicios del 2019 había regresado con los recuerdos que hicieron que nuestra amistad iniciara en 2017.
Estas personas son todo unos personajes: peculiares, llamativas, inteligentes, excéntricas, y con una cultura general inmenso. Sus redes de caza son atractivas, llaman la atención de cualquiera. Sin embargo, solo se quedan con quienes le dan lo que quiere: extrema atención y aceptación sin criticas.
Yo admiro a personas con cualidades como esas —quiero decir, con tanta cultura general—, el conocimiento me parece interesante, y descubrir a una persona con gustos afines a los míos me causa empatía y no puedo evitar alabar esas características.
No soy narcisista. La verdad es que me importa demasiado las personas de mi circulo, y no puedo desprenderme de esos lazos. Nunca soy capaz de criticar a los demás, ni a sus espaldas ni en frente. Más bien admiro sus cosas buenas: eres buen@ cocinando, eres muy sociable, eres muy ingenios@, o eres buen@ en el volleybal. Este aspecto mio quizá no sea tan bueno. Nace de mi voluntad de querer que los demás vean su propio potencial. Bueno, resulta esto atractivo para narcisistas y podría explicar porque se siente cómodos conmigo. Yo aún sabiendo que lo son reconozco que son brillantes en algunos campos aunque sean tan malas personas. Además, la empatía me ciega y me hace creer que esas personas solo necesitan cariño y pueden cambiar. Sí necesitan cariño, pero nunca cambian. La forma de alimentarse es pasivo-agresiva y negativa despues de que has caído en la red.
"El narcisismo es una característica de la personalidad, que se nutre de la necesidad constante de admiración, un sentimiento de grandiosidad y la incapacidad de ponerse en el lugar de los otros, junto a una autoestima muy vulnerable a las críticas de los demás." — Belen Gisbert Vercher, La mente es maravillosa blog.
A la larga, la relación siempre va llegando a niveles intolerables. Donde inclusive puede afectar tu comportamiento y vida social en general. Darme cuenta que la persona a quien doy mi amistad es narcisista es un proceso, porque unir las piezas no es tan fácil cuando eres el protagonista y blanco de los dardos. No es tan obvio como podría parecer.
Y aquí va la razón de esta entrada: si he tenido tanta experiencia con narcisistas verdaderos: ¿Por qué no he escrito una novela con un personaje narcisista? Vamos que es un material muy amplio...
La respuesta se remonta al 2014, cuando aventuraba en las aguas del teatro tratando de cumplir mi sueño de ser actriz (sueño aun vigente). Estaba terminando la escuela, tenía dieciséis años y la necesidad de hacer todas las cosas que había soñado desde pequeña.
En clases, nuestro maestro de teatro nos había recomendado varias literaturas para leer, entre ellas,postulados del ruso STANISLAVSKI, KONSTANTÍN. En particular hizo énfasis en la memoria afectiva o emotiva, un método mediante el cual debes revivir emociones y recuerdos pasados para aplicarlos al personaje de la obra que te toca interpretar y que tu actuación sea real. De igual forma, nos advertía que era algo peligroso de hacer: podíamos lastimarnos en el proceso.
Yo a los 16 años era una piedra. No lloraba por nada. También, me gustaban los retos. En la mismas clases de teatro nos dieron una imagen a cada integrante, debíamos crear un monólogo para interpretarlo ante la clase la semana siguiente.
Escribí mi monólogo, y dentro de mi mente, empecé a dar un tour. Estantes, libros, habitaciones, lugares interesantes con recuerdos de mi adolescencia y niñez, en el sótano, lleno de polvo, estaba el baúl de los recuerdos tristes enterrados con un letrero en letras rojas:
NO ABRIR.
Yo necesitaba llorar en mi monólogo, la imagen que me había tocado era triste, mi monólogo iba de una chica en una antesala despues de la muerte. Necesitaba llorar un poquito nada más y yo no era llorona. No se me daba.
Así que, sin hacer caso a advertencias, desempolvé y preparé el baúl para abrirlo en la próximas clases de teatro. En la mañana empezaba a abrirlo y ver de lejos los recuerdos, luego, en medio de mi monólogo, recababa más a fondo en mi memoria afectiva que ya sabia que existía, y necesitaba mis lágrimas.
De un momento a otro, las lágrimas que salieron eran tantas que no me dejaban hablar. Había perdido control de mis lágrimas. Aún así, terminé, y al secar mi cara, la expresión de mi maestro era de:
¿Qué fue eso?
Y así mismo fueron sus criticas, destructivas, y ofensivas. En conclusión, me acusó de no haberme preparado y de haber improvisado todo, que la calidad no era buena y que el desastre de lágrimas había sido como sobre-actuado.
Hora de saber que, aunque yo no solía llorar, era sensible de más. Más cuando se trata de conceptos y juicios que no se corresponde a la realidad: yo había entregado mi corazón a mi monólogo y mi maestro me había dicho que había sido lo peor de todo lo que vio. Los mejores fueron de mis otras compañeras. (No sé si me parecieron bien o mal sus actuaciones porque yo estaba perpleja aún.)
Aquí comparto la entrada de mi blog: "Sin titulo" de Wattpad, fechado de octubre del 2014, para entender un poco como me sentí. (Esto ya no forma parte de mi baúl de "RECUERDOS TRISTES, NO ABRIR". No solo porque han pasado 5 años, sino porque lo superé y he perdonado a mi maestro por eso).
Y aquí va la razón de esta entrada: si he tenido tanta experiencia con narcisistas verdaderos: ¿Por qué no he escrito una novela con un personaje narcisista? Vamos que es un material muy amplio...
La respuesta se remonta al 2014, cuando aventuraba en las aguas del teatro tratando de cumplir mi sueño de ser actriz (sueño aun vigente). Estaba terminando la escuela, tenía dieciséis años y la necesidad de hacer todas las cosas que había soñado desde pequeña.
En clases, nuestro maestro de teatro nos había recomendado varias literaturas para leer, entre ellas,postulados del ruso STANISLAVSKI, KONSTANTÍN. En particular hizo énfasis en la memoria afectiva o emotiva, un método mediante el cual debes revivir emociones y recuerdos pasados para aplicarlos al personaje de la obra que te toca interpretar y que tu actuación sea real. De igual forma, nos advertía que era algo peligroso de hacer: podíamos lastimarnos en el proceso.
Yo a los 16 años era una piedra. No lloraba por nada. También, me gustaban los retos. En la mismas clases de teatro nos dieron una imagen a cada integrante, debíamos crear un monólogo para interpretarlo ante la clase la semana siguiente.
Escribí mi monólogo, y dentro de mi mente, empecé a dar un tour. Estantes, libros, habitaciones, lugares interesantes con recuerdos de mi adolescencia y niñez, en el sótano, lleno de polvo, estaba el baúl de los recuerdos tristes enterrados con un letrero en letras rojas:
NO ABRIR.
Yo necesitaba llorar en mi monólogo, la imagen que me había tocado era triste, mi monólogo iba de una chica en una antesala despues de la muerte. Necesitaba llorar un poquito nada más y yo no era llorona. No se me daba.
Así que, sin hacer caso a advertencias, desempolvé y preparé el baúl para abrirlo en la próximas clases de teatro. En la mañana empezaba a abrirlo y ver de lejos los recuerdos, luego, en medio de mi monólogo, recababa más a fondo en mi memoria afectiva que ya sabia que existía, y necesitaba mis lágrimas.
De un momento a otro, las lágrimas que salieron eran tantas que no me dejaban hablar. Había perdido control de mis lágrimas. Aún así, terminé, y al secar mi cara, la expresión de mi maestro era de:
¿Qué fue eso?
Y así mismo fueron sus criticas, destructivas, y ofensivas. En conclusión, me acusó de no haberme preparado y de haber improvisado todo, que la calidad no era buena y que el desastre de lágrimas había sido como sobre-actuado.
Hora de saber que, aunque yo no solía llorar, era sensible de más. Más cuando se trata de conceptos y juicios que no se corresponde a la realidad: yo había entregado mi corazón a mi monólogo y mi maestro me había dicho que había sido lo peor de todo lo que vio. Los mejores fueron de mis otras compañeras. (No sé si me parecieron bien o mal sus actuaciones porque yo estaba perpleja aún.)
Aquí comparto la entrada de mi blog: "Sin titulo" de Wattpad, fechado de octubre del 2014, para entender un poco como me sentí. (Esto ya no forma parte de mi baúl de "RECUERDOS TRISTES, NO ABRIR". No solo porque han pasado 5 años, sino porque lo superé y he perdonado a mi maestro por eso).
"when you try your best, but you dont succeed"
"Hay veces que uno realmente lo intenta, quiero decir, realmente, realmente lo intenta. Pero entonces al final no lo haces bien o lo suficientemente bien. Y la persona te dice que no. Que lo hiciste fatal, y quizás sea verdad. Pero bueh, al menos intentaste demasiado, diste lo mejor de ti.
Buano yo desde hace unos meses estoy estudiando teatro, recientemente inicié la universidad y todo se me ha caído encima, quiero decir, no tengo tiempo ni para respirar.
Yo decidí que no haría la tarea que me dejaron. No tengo tiempo, estoy cansada, decía, (...). Pero entonces, al ver el cuadro que me tocaba interpretar me inspiré. Fue en la noche. Creé una historia, un personaje, una situación. Y como ud se imaginarían para mi era buenísimo. Era una obra de arte. Ensayé en la mañana, inventé mi vestuario, me aprendí las lineas y todo bien. Después de todo yo estaba lista.
Pero entonces todo se hizo un revés, me puse a llorar en escena, y dañé todo. Quiero decir todo. Todo mi esfuerzo, todo el amor y la pasión que le puse a ese trabajo se fue por la borda. (estoy exagerando, aunque... para mi, aunque me salí del guión por los ríos que salían de mis ojos, yo creo que lo hice bien. Que lo hice bien... Porque yo realmente le puse pasión... tanta pasión (...).
O sea, hay un método en el que te acuerdas de algo que pasó en el pasado para que puedas actuar como si en verdad te doliera algo, o incluso para llorar, yo pasé toda la mañana metiéndome en mi personaje, y no sé, realmente sentí que yo era Ella, y que me pasaba lo que le pasaba a mi personaje, y no podía parar de llorar y todo se me olvidó así todo muy desastroso, pero hermosamente desastroso)
Anyway, las críticas fueron horribles, desgarradoras, sin corazón, sin piedad. Criticas que te destrozan el corazón y te lo hacen papilla.
Además de que mi maestro piensa que yo soy una (...) desde hace tiempo, me dijo en pocas palabras que abandonara el curso porque yo no tenia tiempo, me dijo que abandonara el curso porque si no podía dedicarle el tiempo necesario que para que seguía allí sí yo haría trabajos mediocres.
Mediocres.
(...) no hay palabra que odie mas. No hay cosa que me irrite más que una persona llame mediocre a mi trabajo, a mis letras, a las cosas en la que dedico tiempo. (...) Desde pequeña, desde que tengo memoria, actuar me ha gustado. (...)
(...)
Que mi querido profesor de teatro me haya sugerido que dejara las clases, que haya llamado mi obra mediocre, que crea que no me tomo las cosas en serio, que no tenga la capacidad de ver lo que yo veo, nada de eso, absolutamente nada de eso hará que yo deje sus clases. Quiero decir, lamentablemente tendrá que aguantarme los dos meses que faltan. Bueno, si me quiere expulsar ok. Pero yo no me daré por vencida, porque es lo que quiero. Porque no es cierto que si yo amo mucho algo pero no puedo hacerlo vaya abandonarlo. Si fuera así uds nunca hubiesen leído mis obras.
Quizás mi profesor pensó que nada de eso me interesaba, cosas así, pero si yo tuve una duda de querer dejarlo, él ha cambiado todo y me va a hacer permanecer para demostrarle que yo si puedo.
**Ufff necesitaba desahogarme porque realmente me molesto que me llamara mediocre y que todo lo que yo haría iba a ser mediocre, como si antes de eso no había hecho todas las demás tareas bien... Este apartado se lo dedico a él, profe yo espero que se acuerde de mi para el resto de su vida, ya sea como la llorona, la del trabajo mediocre, la mujer que cambio la literatura, cine o teatro del país. Lo que sea que yo sea. **
(...) — Sin titulo, octubre 2014. Publicado originalmente en Wattpad.
Y esa situación algo traumática me dejó una moraleja: los sentimientos basados en recuerdos de mi vida podrían no ser atractivos para los demás.
Puede que me equivoque, puede que al maestro yo simplemente no le agradaba como le agradaban mis otras compañeras, pero sea lo que fuese, decidí que mi baúl de memoria afectiva no sería abierto nunca más para inspirar historias, sean películas, novelas u obras de teatro. Esos asuntos serán solo míos siempre.
Con ese aprendizaje, se responde la interrogante: no puedo escribir, por ahora, sobre personajes narcisistas, porque el juego de manipulación, chantaje y ataques lo conozco, es tan verídico que caería en lo absurdo de lo real. Y como es real, sentiría que los comentarios negativos que pudiesen haber serán hacia mi y no a mi obra. Así que no es buena idea.
Los preocupados por mi bienestar: aún no sé como identificarlos a primera vista, pero una vez te das cuentas de los ataques y el drenaje de la energía, inútilmente juegas su juego; sé que al momento en que directamente le dices sus verdades y dejas claro que no tienes interés en ellos, se van... pueden regresar amistosamente, pero si persistes fuerte se irán para siempre.
Al principio, no es tan fácil, pero vale la pena alejarlos.
En fin, lo mejor es explorar las artes literarias con todo tipo de emociones, pero no con recuerdos aun no resueltos propios, podría lastimarte en el proceso y es probable que los demás, aunque sea la viva expresión mas autentica de tu verdadero ser, podrían percibirlo sobre-actuado o exagerado.
Nota aclaratoria:
Nótese el énfasis en recuerdos aun no resueltos. Quiere decir, que al recordarlo aun duelan o lastimen. Ahora bien, sobre recuerdos ya resueltos a través de la resiliencia, la tasa de éxito se eleva considerablemente.
Hay personas que escriben sobre sí mismos, otras no. Cada quien tiene su estilo.
Mi estilo al escribir es el contemporáneo, lo que me rodea en mi entorno, de lo que observo, tratando de que sea lo mas real, lógico y con sentido posible, y lo más alejado de mi posible (por ahora). De ahí que se vean reales, pero no tienen asuntos míos pendientes de resolver, lo que consideraría intolerable para poder escribir con objetividad. (Debido a que la primera vez intentándolo, no me salió tan bien.)
Puede que me equivoque, puede que al maestro yo simplemente no le agradaba como le agradaban mis otras compañeras, pero sea lo que fuese, decidí que mi baúl de memoria afectiva no sería abierto nunca más para inspirar historias, sean películas, novelas u obras de teatro. Esos asuntos serán solo míos siempre.
Con ese aprendizaje, se responde la interrogante: no puedo escribir, por ahora, sobre personajes narcisistas, porque el juego de manipulación, chantaje y ataques lo conozco, es tan verídico que caería en lo absurdo de lo real. Y como es real, sentiría que los comentarios negativos que pudiesen haber serán hacia mi y no a mi obra. Así que no es buena idea.
Los preocupados por mi bienestar: aún no sé como identificarlos a primera vista, pero una vez te das cuentas de los ataques y el drenaje de la energía, inútilmente juegas su juego; sé que al momento en que directamente le dices sus verdades y dejas claro que no tienes interés en ellos, se van... pueden regresar amistosamente, pero si persistes fuerte se irán para siempre.
Al principio, no es tan fácil, pero vale la pena alejarlos.
En fin, lo mejor es explorar las artes literarias con todo tipo de emociones, pero no con recuerdos aun no resueltos propios, podría lastimarte en el proceso y es probable que los demás, aunque sea la viva expresión mas autentica de tu verdadero ser, podrían percibirlo sobre-actuado o exagerado.
Nota aclaratoria:
Nótese el énfasis en recuerdos aun no resueltos. Quiere decir, que al recordarlo aun duelan o lastimen. Ahora bien, sobre recuerdos ya resueltos a través de la resiliencia, la tasa de éxito se eleva considerablemente.
Hay personas que escriben sobre sí mismos, otras no. Cada quien tiene su estilo.
Mi estilo al escribir es el contemporáneo, lo que me rodea en mi entorno, de lo que observo, tratando de que sea lo mas real, lógico y con sentido posible, y lo más alejado de mi posible (por ahora). De ahí que se vean reales, pero no tienen asuntos míos pendientes de resolver, lo que consideraría intolerable para poder escribir con objetividad. (Debido a que la primera vez intentándolo, no me salió tan bien.)